Un poco de humor

En mi vuelta a Rosario encontré  esta noche un viejo conocido al que le dije que estaba pensando en buscar aquí un trabajo fuera de la docencia y , tras encontrarlo interesante, me propone que me dedique por ejemplo a la carpintería.
Mi respuesta inmediata fue que en realidad soy de madera para la carpintería.
Esta anécdota, al margen de manifestar las dificultades que tendré para encontrar alguna forma de supervivencia en Rosario, me permitió remixar un poco el viejo y querido chiste de para qué sirve un marido ya que
- un marido que cocina, mas que marido es un cocinero
- un marido que cambia el cuerito de la canilla, mas que marido es un plomero
- un marido que escucha y analiza, mas que marido es un terapeuta
- un marido que comprende, mas que marido es un cornudo
- un marido que hace el amor, mas que marido es un amante (de otra mujer)

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